Lamine Yamal ya es el '10' del Barça: “Se lo debo todo a mi abuela”

La renovación del '10'

El extremo lució su dorsal y presumió de sus orígenes en el acto que escenificó su renovación hasta el 2031

Lamine Yamal ya es el '10' del Barça: “Se lo debo todo a mi abuela”
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Ser un número 10 significa marcar la diferencia en algo. En un equipo de fútbol, ese ‘10’ es el más talentoso, el más ofensivo y el que, como Lamine Yamal, pone en apuros al rival con una presencia que intimida, que destila explosividad y desequilibrio por la banda derecha. Por todo ese efecto futbolístico, asombroso también por su juventud, el extremo de Rocafonda de 18 años es la mejor arma blaugrana. “Yo ahora quiero ganar la Champions con el Barça y el Mundial con la selección. Y divertirme jugando bien. No siento presión por el '10'. Estoy agradecido al club por dármelo, de pequeño soñaba con jugar en el Barça y hacerlo con este número”, apuntó un Lamine, sin complejos ni tapujos, en el acto que celebró su renovación hasta el 2031 y también su nuevo dorsal.  

Yo ahora quiero ganar la Champions con el Barça y el Mundial con la selección”

Lo hizo a su manera. Con un collar de plata con su nuevo dorsal, pantalones color verde caqui, camiseta blanca y compareciendo en la Botiga del FC Barcelona del Camp Nou donde se rodeó de elásticas con su nombre y el dorsal '10' que él mismo estampó. Todo en el rincón dedicado a la Masia para reflejar sus orígenes. Su entrada, con aura de crack y el baño de masas de aficionados que le esperaban en la puerta, también certificaron un nuevo estatus que, tras un año de negociaciones, entró en vigor el pasado 13 de julio, cuando alcanzó la mayoría de edad. 

Lamine Yamal en el acto que escenificó que ahora llevará el dorsal número 10

Lamine Yamal en el acto que escenificó que ahora llevará el dorsal número 10

MANAURE QUINTERO / AFP

No siento presión por el '10'. Estoy agradecido al club por dármelo, de pequeño soñaba con jugar en el Barça y hacerlo con este número”

La suya es una renovación para la historia: la más importante en el segundo mandato de Joan Laporta, la mejor manera de superar el luto que dejó la salida de Leo Messi en 2021 y también la mejor pagada con un salario que puede alcanzar los 20 millones de euros netos por temporada si se cumplen variables como ganar el Balón de Oro. 

Por todo, en un acto impulsado por el nuevo director de comunicación del primer equipo, Gabriel Martínez, y su equipo, Lamine se explicó. “El Barça es mi vida, es mi casa, estoy aquí desde los siete años”, insistió el jugador, que firmó antes el contrato en el despacho presidencial rodado de toda la cúpula deportiva liderada por el presidente Joan Laporta. También estaba su agente, Jorge Mendes.

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Las camisetas de Lamine Yamal

Albert Gea / Reuters

Hasta ahora, había lucido el '19'. Y tuvo dudas de si quería mantenerlo para construir una identidad propia lejos de la sombra de sus predecesores como fueron Maradona, Ronaldinho, Leo Messi y también Ansu Fati. “Me quedo con algo de todos ellos”, apuntó el futbolista. Porque, para Lamine, llevar el '10' no es una cuestión de miedo. Se lo dejó en el banco del parque de Rocafonda, en su Mataró natal. Su infancia, marcada por los pocos recursos económicos de los suyos, no fue idílica.

El mensaje de agradecimiento a su abuela

Pero no hay nadie como su abuela Fátima para reivindicar esos orígenes. Por ella, aunque el jugador se comprometió con el club el pasado 27 de mayo porque el Barça quiso asegurarse el sí de su mejor jugador ante la cercanía del mercado de fichajes y del Mundial de Clubs con posibles ofertas económicas sobre la mesa, Lamine quiso repetir  el acto de la firma. Ayudó a su abuela a bajar del coche y a subir las escaleras hasta el despacho de Laporta. “Sin mi abuela no podía hacer un acto tan especial para mí. El acto se ha retrasado por ella, ya que estaba en Marruecos. Muy agradecido por todo lo que ha hecho por mí, no se lo podrá devolver nunca”, afirmó Lamine, reivindicando la historia de una abuela que abandonó su Larache natal y viajó a España para traer uno a uno a sus cinco hijos trabajando primero en un cámping de Llavaneres. 

Mientras el club lanzaba un vídeo reivindicando el barrio de Lamine y la Masia con un mural pintado en Rocafonda por el artista Mateo Mara- cuyo nombre artístico es Ma’La- el jugador abrazó a su madre, Sheila Ebana, de Guinea Ecuatorial, y a su padre, Mounir Nasraoui, de Marruecos, que lideró todo el clan del barrio de Rocafonda, conocido como ‘la revolución del 304’. Una cifra que corresponde a los últimos tres dígitos del código postal de Rocafonda. Lamine Yamal tiene muy presente esos tres números cuando celebra sus goles. También la pista de cemento de su barrio

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Lamine Yamal 

MANAURE QUINTERO / AFP

No hubo más halagos. Porque el club quiere proteger al jugador, un futbolista joven, mediático y millonario. Tres elementos que no siempre casan bien si no hay alguien que le haga mantener los pies en el suelo. Es decir, mantener la humildad, la sensatez y una visión realista, especialmente cuando se alcanzan logros importantes o se vive una situación favorable que contrasta con la anterior.

La respuesta de Lamine a las críticas

Lamine Yamal ha crecido. Ya no es el jugador tímido que llegó con siete años a la Masia ni el que aterrizó con 15 en el primer equipo tras lucir el dorsal 41 el 27 y el último, el 19. La imagen de un adolescente que ha generado ilusión le coloca en el foco mediático. Y generó cierta controversia con la fiesta de los 18 años que organizó un día antes de la revisión médica con algunas escenas, como por ejemplo la presencia de enanos en la fiesta. 

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En ese sentido, la Fundación Alpe Acondroplasia, una de las entidades más veteranas en España en defensa de los derechos de las personas con enanismo, estudia si procede presentar su propia denuncia, hecho que provocó que el Ministerio de Derechos Sociales ponga el foco sobre el extremo del Barça. En el otro lado de la polémica se encuentran los propios figurantes contratados, quienes defendieron en el programa Versió RAC1 su derecho a trabajar en lo que ellos elijan. “Las críticas y los elogios, si no vienen de mi familia, no les hago caso. Yo juego por el Barça, pero cuando estoy fuera de la ciudad deportiva, disfruto de mi vida y ya está”, sentenció el jugador cuando le preguntaron por su exposición mediática. 

Las críticas y los elogios, si no vienen de mi familia, no les hago caso”

En cualquier caso, aunque desde el club consideran que el asunto no tendrá más recorrido, el Barça quiere proteger a Lamine Yamal. Toda una responsabilidad y uno de los retos de Hansi Flick para una temporada en la que el futbolista quiere ganar la Champions con el Barça y el Mundial con la selección española. “A mí Hansi Flick hoy me ha dicho que mañana hay doble sesión de entrenamiento”, dijo el jugador antes de marcharse.

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