Muchas cosas cambiaron de manera definitiva con la pandemia ocasionada por la covid. El teletrabajo aceleró su implantación como alternativa laboral perfectamente válida para infinitud de asalariados. Hasta cierto nivel, se transformó la manera de pensar de la mayoría de la población. Las personas aprendieron a valorar el tiempo libre y las actividades de ocio. Y como efecto colateral, las bicicletas experimentaron un crecimiento exponencial de ventas en todos los países avanzados.
Contrastar las matriculaciones de automóviles con los datos facilitados por la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE) permite darse cuenta del importante papel social asumido en la actualidad por los vehículos propulsados mediante pedales. No en vano, durante los últimos cuatro ejercicios, se han vendido más bicicletas que coches en nuestro país.
No en vano, durante los últimos cuatro ejercicios, se han vendido más bicicletas que coches en nuestro país

Musculares o eléctricas, las bicicletas de montaña proporcionan altas dosis de satisfacción a los aficionados al ciclismo que gozan de un estilo de vida activo
El récord comercial histórico se consiguió en el 2021, con un total de 1,57 millones de entregas. Y aunque el balance se ha reducido últimamente, el año pasado todavía se registró una diferencia de 85.000 unidades.
La evolución de los hábitos de vida experimentados recientemente en las grandes ciudades ha impulsado la búsqueda de medios de transporte cada día más sostenibles. El fomento de las redes de carriles bici ha permitido moverse pedaleando con seguridad y rapidez, sin perder el tiempo en el denso tráfico que suele colapsar asiduamente las vías urbanas.

Las bicicletas de ciudad con ruedas grandes han sido pensadas para responder a las necesidades de las personas que cubren trayectos largos
Asimismo, la creación de zonas de bajas emisiones está empujando a muchas personas a buscar alternativas al automóvil para cubrir sus trayectos cotidianos, factor básico para el triunfo de las bicicletas.
Pero lo mejor de la cuestión es que han proliferado numerosas tipologías de bicicletas para adaptarse a distintos perfiles de usuario. Los modelos urbanos, pensados para desplazamientos cortos, suelen ser plegables y se guardan en cualquier rincón. También existen versiones carrileras de rueda grande para distancias largas. Las variantes de montaña pueden cubrir las necesidades cotidianas y las jornadas de ocio, igual que la moda gravel, que elimina las limitaciones de una bicicleta de carretera. Y todas estas categorías pueden doblarse con alternativas musculares o eléctricas.