La práctica religiosa lleva años disminuyendo progresivamente en España. Se palpa el retroceso comparando la actual asistencia a los templos con la de una o dos décadas atrás, y mucho más si nos remontamos más lejos. Además, la mayoría de feligreses son personas de edad madura, incluso avanzada, con aplastante predominio de mujeres, que tradicionalmente han sido más religiosas que los varones.
En paralelo a la reducción del número de participantes en los actos de culto, también está en declive la influencia de principios cristianos en la sociedad. Se han ido aprobando leyes claramente contrarias a la Ley Natural en asuntos que afectan al derecho a la vida, el matrimonio y la familia, ámbitos que sin ser exclusivamente religiosos quedan muy clarificados desde la fe.
En Inglaterra y Gales el porcentaje de jóvenes que se identifican como cristianos practicantes pasó del 4% al 21% en seis años
Tal panorámica podría invitar al pesimismo, pero, además de la convicción de que Dios permite lo que ocurre y le dará el vuelco en el momento que considere adecuado, no faltan signos positivos, porque algunos movimientos están mostrando mucha vitalidad y atraen a bastantes jóvenes. En todo caso no dejan de ser aún minoritarios en el conjunto de la sociedad española.
El poco halagüeño panorama religioso español, paralelo al de otros países europeos, no da, sin embargo, una radiografía exacta y ni siquiera aproximada de la situación global del catolicismo, que en el conjunto del mundo crece, sobre todo en África y Asia. Y, de otro lado y contra todo pronóstico, en países como el Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Alemania, Hungría y Suecia, se está produciendo un reverdecimiento espiritual entre los jóvenes, un resurgimiento silencioso pero efectivo. Lo lideran miembros de la que denominan Generación Z, la de los que hoy tienen entre 18 y 30 años, personas que desde siempre han vivido en un entorno digital y desde edad temprana han utilizado internet y las redes sociales.

En países como el Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Alemania, Hungría y Suecia hay un resurgimiento espiritual entre los jóvenes.
Aunque incipientes, hay datos que corroboran el cambio. Se detecta en diversas ciudades de Estados Unidos que los templos vuelven a llenarse, y de personas jóvenes. En Inglaterra y Gales el porcentaje de jóvenes que se identifican como cristianos practicantes creció del 4 por ciento en 2018 al 16 por ciento en 2024, porcentaje que es del 21 por ciento entre los varones jóvenes. En Francia se bautizaron 7.000 adultos en la Pascua de 2024, un 37 por ciento más que el año anterior, y más de un tercio de ellos tenían entre 18 y 25 años.
O, un dato muy significativo e impactante, aunque sea un caso individual. El hombre con el coeficiente intelectual más alto del mundo, el coreano YoungHoon Kim, escribía en 'X' el pasado 17 de junio lo siguiente: “Como poseedor del récord de coeficiente intelectual más alto del mundo, creo que Jesucristo es Dios, el Camino, la Verdad y la Vida”. Añadía que la muerte no significa el fin, sino la transición, y fundamentaba sus datos en la física cuántica.
En un momento de vuelta generalizada al paganismo y en el que abundan quienes se declaran ateos o agnósticos, es un golpe rotundo lo afirmado por este superdotado, que en abril de 2024 fue reconocido por la Gigo Society por tener un coeficiente intelectual de 276, el más alto de los registrados hasta la fecha.
Hay una “inversión del patrón de género” en países como Reino Unido o Estados Unidos, donde los hombres jóvenes van mas al templo que las mujeres
Aún es pronto para sacar conclusiones definitivas sobre este cambio de tendencia en la religiosidad, pero todo parece indicar que no se limita a un fenómeno momentáneo, ni a una reacción conservadora, ni a una puntual nostalgia espiritual, sino algo mucho más profundo, ligado a una mayor reflexión sobre el sentido de la vida.
Y un dato especialmente significativo de este renacimiento religioso es lo que denominan “inversión del patrón de género”. Desde siempre, las mujeres han sido más religiosas que los hombres en todos los grupos de edad. Sin embargo, ahora, en países como el Reino Unido y Estados Unidos, los hombres jóvenes van más al templo, superando a las mujeres jóvenes en religiosidad activa.